Luminoso y vibrante, el amarillo es contagioso por la sensación de felicidad, optimismo y calidez que transmite. Quien lo lleva, tiene una personalidad fuerte y vivaz que atrae las miradas y las sonrisas. Pero el amarillo también es el oro, un tono luminoso y cálido asociado a la preciosidad y la sofisticación: las bailarinas platino o doradas son, de hecho, uno de los modelos más elegidos para llevar con vestidos de noche o de ceremonia, pero también como zapatos para el día a día, para dar luz a un look más informal. Para abrazar otros tonos igualmente vivaces y energéticos, se puede optar por el naranja, un color fresco y alegre que combina bien tanto en invierno con colores como el burdeos, el marrón y el azul, como en verano con colores pastel o con el verde, el violeta y el turquesa. Si tu energía es inagotable y deseas mostrarla a todos, juega con tu estilo y elige zapatos y bailarinas amarillos, naranjas o dorados para combinar creativamente con todo tu colorido armario.